De Sacha Meriggioli
Los Bar-kays eran un amplio grupo de coalición, típico de su época,
y su estilo electro-funk dejo’ una marca de fabrica real en las playlists.
Su destino quedó dramáticamente sellado el 10 de diciembre de 1967;
De hecho, excluyendo al trompetista Ben Cauley y al bajista James Alexander,
todos perecieron en el fondo del lago Monona, Wisconsin, con el muy famoso
Otis Redding «el Rey del alma» su manager, debido a un accidente de avión.
De las cenizas de esa maldita tarde nació la nueva vida de los bar-kays
que señalamos con uno de los temas más sólidos y representativos de su extensa
carrera:
«Holy ghost» 1979.
Un Groove que resuena desde el sótano hasta el ático de un edificio llamado funk.
Entre las transparencias históricas de una escena tan rellena, se encuentran
Más fantasmas vivos, que vivos ya muerto de aburrimiento.